Después de varios intentos el 16 de noviembre, realizamos el viaje a Praga que teníamos pendiente y que queríamos recordar aquel que hicimos a esta ciudad hace mas de 35 años cuando Elsa era como Inés ahora. El vuelo desde Madrid duro como 2 horas y media y desde allí nos llevaron al Hotel Jalta en Wenceslas Square avenida donde se han hecho todas las manifestaciones populares en contra de la ocupación rusa y demás reivindaciones políticas.
Antes de cenar dimos un corto paseo para descubrir los alrededores del hotel descubriendo nuevas zonas peatonales y grandes almacenes destacando el conocido por Palladium y hoteles clásicos de principio de siglo pasado como el Hotel Bohemia.
Al día siguiente realizamos una ruta, con guía, por la parte mas monumental y antigua de la ciudad comenzando por la subida en minibús al Castillo y desde allí bajar hasta la Plaza Ciudad Vieja.
Palacio Real con la guía y José Carlos
Catedral de San Vito
Antes de salir del zona de Mala Strana recorremos sus calles donde encontramos un canal tipo veneciano con su Puente del Amor donde las parejas colocan sus candados prometiéndose fidelidad y amor para siempre, también esta el muro de las reivindicaciones lleno de dibujos de gran colorido y con hacia 3 días del atentado yihaidista de Paris (120 muertos) delante de la embajada francesa había miles de flores y velas en conmemoración de los fallecidos y en solidaridad con el pueblo francés.
Después nos dirigimos al famoso puente Karlov quizás con el reloj astronómico los monumentos mas emblemáticos de la ciudad. Nos fotografiamos con nuestros compañeros de viaje José Carlos y Conchita y que pasamos todo el día con ellos.
Rio Moldova y Teatro Nacional
Estatua Príncipe Karlov
Después llegamos a la Plaza de la Ciudad Vieja y vemos el Reloj Astronómico en movimiento de todas sus figuras animadas que actúan cada hora.
San Nicolas iglesia luterana
Después fuimos por el barrio judío hasta el Hotel Intercontinental para recordar cuando hace tiempo estuvimos allí y realmente se mantiene en muy buen estado con el mismo aspecto que en 1979
Acabamos el día turístico con un paseo nocturno pues era el día que celebraba la independencia de Checoslovaquia de la opresión rusa.
Al día siguiente subimos a la torre del Reloj para ver las distintas panorámicas de la ciudad y la vista excepcional que se tiene de la Iglesia Católica mas significativa de Praga, San Tino de estilo gótico renacentista. Y acabamos el día con las compras de recuerdo de nuestro viaje.
El viaje resulto muy bonito y nos trajo muy buenos recuerdos de cuando la visitamos en épocas en la que era una ciudad sometida totalmente al régimen comunista con carencia de todo y tiendas vacías de productos incluso de primera necesidad no digamos de artículos de lujo.
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